Sois muchos los posibles clientes que os ponéis en contacto con nosotros con la incertidumbre de si construir o no una piscina en su jardín teniendo en cuenta el estado actual de sequía que estamos atravesando. Es totalmente normal tener estas dudas o inquietudes ya que en los medios informativos tan sólo se habla del agua de mar.
Es por ello que a continuación os queremos poner un poco en conocimiento de cómo se debería de construir una piscina apta para llenar con agua de mar.
El agua de mar contiene una concentración de sal de 35 gr/l por lo que hace que sea un agua muy corrosiva con los materiales de construcción y accesorios que se utilizan en las piscinas.
El primer paso es construir el vaso de la piscina el cual deberemos dar una capa de imprimación y otra de impermeabilización con productos altamente resistentes para evitar al máximo el contacto del agua de mar con el hormigón proyectado. Hay que tener muy en cuenta a la hora de hacer el encofrado colocar la armadura de hierro con mucho conocimiento para evitar que quede más cerca del agua. Las tuberías por las que circula el agua debe ser tubería rígida ya que si instalamos tubería flexible en poco tiempo nos encontraremos que la alta concentración de sal los ha debilitado, estrangulado o incluso roto causando una rotura y pérdida de agua.
El segundo paso a tener en cuenta es elegir el revestimiento adecuado que soporte el agua de mar, un buen ejemplo a escoger sería vítreo con una buen rejuntado epoxi que es más resistente al rejuntado tradicional.
El tercer paso es escoger los acabados finales cómo pueden ser los skimmers, las boquillas…etc. Hay que evitar instalar accesorios de acero inoxidable para evitar corrosión como pueden ser escaleras de acceso.
El cuarto paso debemos instalar una depuración apta para la alta concentración de sal y al mismo tiempo que nos hagan ahorrar agua en el mantenimiento ya que por normativa no podemos tirar agua con tanta concentración de sal al desagüe. Por lo tanto, nuestra piscina ha de estar desconectada del alcantarillado y utilizar un filtro que para su limpieza no utilice el propio agua de la piscina.
El quinto paso es elegir un clorador salino que pueda funcionar con la alta salinidad que tiene el agua de mar y no se dañe. En el mercado sólo encontramos un fabricante que lo especifique realmente en su fich técnica.
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