La célula de nuestro clorador salino esta compuesta por unas celdas de titanio recubiertas de metales nobles. Éste recubrimiento va a ser la vida de nuestra célula de electrólisis salina.
Cuando se desgaste éste recubrimiento, tu célula habrá muerto para siempre.
Cuando se empezaron a comercializar los primeros equipos de electrólisis salina, no había un estudio sobre la duración de las células, así que la mayoría de fabricantes daban una buena capa de este recubrimiento para curarse en salud y todavía podemos encontrar células que siguen funcionando tras 8 o 10 años desde su instalación.
Los fabricantes se dieron cuenta de su pérdida de negocio para vender recambios y eso tuvo lugar a que a base de estadísticas hayan ido reduciendo el grueso de éste recubrimiento de metales nobles y estimen unas determinadas horas de vida de las células, las cuales si no “tratamos bien” pueden llegar a durar la mitad de lo que ellos prometen. Así que vamos al grano que es lo que tu estás esperando.
La clave para mantener una célula de electrólisis salina en condiciones idóneas va a ser la calidad del agua, tanto física como químicamente.
Luego seguirán las horas de funcionamiento y te enseñaremos a como reducir el uso cuando no sea necesario.
El pH va a ser el primer factor que tenemos que tener supercontrolado. La electrólisis salina tiende a hacer subir el valor de pH, por lo tanto tendremos que ir añadiendo un reductor de pH para mantener un valor aproximado de 7.4.
Si dejamos que el pH vaya subiendo encontraremos que la cal se incrustará en la célula y para limpiarla tendremos que sumergirla en una solución ácida del tipo agua+salfumant, lo cual si llegamos a tener que hacer este tipo de limpieza reducirá la capa de recubrimiento de nuestra célula e iremos acortándole la vida.
Por lo tanto, mantendremos un pH de 7.4 en nuestra piscina por el bien de nuestra célula y de nuestra piel y ojos, por supuesto.
El nivel de sal correcto será el que determine el fabricante de nuestra electrólisis salina. La mayoría de cloradores salinos trabajan con 5gr de sal por litro de agua, que va a ser lo mismo que 5kg por metro cúbico que tenga nuestra piscina.
Los cloradores, normalmente, si el nivel de sal es muy bajo o muy alto tienen una alarma, así que haremos caso de ellas y si nos indica que falta sal procederemos a añadir la sal correspondiente.
Si dejamos que nuestro clorador siga trabajando con poca o mucha sal, el desgaste del recubrimiento será mayor.
La temperatura, es otro de los factores que van a determinar la duración de nuestra célula.
Cuanto más baja sea la temperatura, menos conductividad va a tener el agua y por lo tanto mas se va a desgastar el recubrimiento de la célula de electrólisis.
Por lo tanto cuando la temperatura del agua descienda de 10 o 12 grados celsius recomendamos apagar el clorador salino.
Si utilizamos una sonda para medir el potencial redox, podemos reducir el desgaste de nuestra célula. ¿Porque? Muy sencillo, el clorador sólo producirá cloro cuando la piscina lo requiera. Graduando el set-point del ORP a unos 725mv deberíamos tener aproximadamente entre 1ppm y 1,5ppm en el agua, lo que hará que cuando sobrepase el valor de set-point no producirá cloro y alargaremos la vida de nuestra célula de clorador salino.
En la siguiente tabla podemos observar que el valor REDOX ideal dependerá del pH del agua, además de otros factores. Por lo tanto, para designar el set-point ideal para nuestra piscina procederemos a analizar el pH y cloro libre del agua, cuando tengamos un valor de pH 7,4 y entre 1ppm y 1,5ppm en el agua nos fijaremos en nuestro lector redox y el valor que indique será el set-point que programaremos en nuestro clorador salino.
El cloro que produce nuestra electrólisis salina no contiene ningún tipo de estabilizante, por lo tanto cuando llegue a la piscina, con el efecto de los rayos UV desaparecerá rápidamente y nuestra célula estará encendida continuamente para abastecer de cloro a la piscina.
Si añadimos un estabilizante al agua, conseguiremos que el cloro libre permanezca más tiempo en ella, consiguiendo una desinfección del vaso mucho mas óptima y a su vez podremos reducir el tiempo de cloración necesario para nuestra piscina.
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